Me negaba a escribir. Pero al mismo tiempo lo anhelo, como terapia es bueno. A veces solamente es cuestión de organizar las ideas y plasmarlas en vez de hablarlas. Me pregunto por qué no he logrado hacerlo, hablar fluidamente lo que pienso. Quizá es por autocensurarme continuamente, que he perdido la capacidad para expresarme. Una vez lo experimenté pero con el llanto. Evité llorar por mucho tiempo, tragarme las lágrimas y llorar sólo por dentro. Se puede. Pero en mi experiencia fue después contraproducente, porque el día que quise sacar mi llanto no lograba hacerlo, y quisiera describir esa sensación incómoda de querer desahogarte con lágrimas y no poder... es desesperante y triste, incluso dañino para la salud. Al menos para la salud espiritual creo yo. Pues así me ha sucedido con la escritura. Lo evité tanto por la misma causa, por no querer soltar y desahogar el sentimiento. Por mostrarme vulnerable y expuesta; me di cuenta que en general escribo cuando estoy deprimida. Y este s