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Mostrando entradas de agosto, 2021

Pensamientos dispersos.

Mañana tengo mi examen Ceneval. Será un día pesado por los horarios, pero no me quejo. No estudié, no me preparé. Intenté asesorarme por videos pero no fue de gran ayuda. Estoy confiada y a la vez deseo que las cosas fluyan.  Cada vez que tengo contacto con él por alguna razón, la que sea... se me oprime el pecho. Suena tan trillado y podrían burlarse de mi por eso, de que a estas alturas siga con mis emociones desbordadas. Le pondré nombre, ansiedad. Eso es. Frustración.  Yo ya me había separado, ya había sentido alivio en aquel momento. Claro tristeza, dolor también, pero me sentí liberada... hoy solo tengo decepción por mi misma. Y sé que es de dos, los errores, la forma de manejar las cosas. Pero siento que cargo una culpa mayor. Y luego me pregunto, si en verdad fui egoísta, solo pensé en mi y nada más?  Nos complicamos demasiado estos años, sabiendo que ninguno se sentía amado como quería. A veces el amar y querer no son suficientes.  Hoy he plantado a macetas algunos de mis germ
 Hoy simplemente siento un agotamiento físico y mental. Ayer en realidad pasaron cosas buenas, mi problema del banco tuvo solución y respiré. Pero no estoy bien, no quiero aceptarlo pero siento que necesito los antidepresivos. De pronto suelto en llanto, no quiero que el niño me vea así y lo ve. Se da cuenta, no soy la madre que debería ser. Qué clase de recuerdos le dejaré en su cabecita? siento culpa. 
 por qué no me pudiste querer? al menos no de la manera que yo necesitaba. Han sido semanas tan pesadas, tan tristes, llenas de dudas, de decepción conmigo misma. Sentimientos de culpa, de enojo, he llegado a perderle sentido a todo de nuevo. Y ahí vamos, buscando escarbar un poco de esperanza. Un ser pequeño depende de mi, de que lo eduque, de que le muestre lo bello de la vida y hoy solo siento que puede percibirme triste y deprimida. Es tan frustrante.  He hablado con dos de mis amigas. Ambas son buenas escuchando, sé que me apoyan, que les preocupo. Tengo una familia que quizá no es perfecta, en la que muchas veces soy la rara que no encaja, pero me aman y son mi sostén siempre que lo requiero. Pero yo no sé pedir ayuda. Y me da vergüenza muy en mi interior, que se den cuenta lo mal que la paso.  Hay días menos pesados que otros, donde estoy como en pausa, se detiene la tortura de pensamientos obsesivos. La maldita disonancia cognitiva.  por qué no me pudo querer de verdad? ser mi