Basta.
Pocas veces me enojo. Y cuando lo hago, no es mi costumbre desquitarme con los demás, ni gritar, ni decir groserías ni tirar golpes o patadas ni aventar objetos.
Siempre me trago la saliva con mucho trabajo, como si tuviera algo atorado en la garganta; aprieto los labios con fuerza; agacho la vista como queriendo evadir la situación o para no perder el control y a veces nisiquiera digo nada. Luego, espero a que se me pase el coraje e intento arreglar las cosas hablando (si es que se puede).
No muchas razones me ponen así, pero una de ellas es que tomen mis pertenencias sin permiso y sin aviso.
No tengo más que decir por ahora.
Comentarios
pero no te enojes muchioo ke te va hacer dañoo y te haras viejita jiji!!..
no se awite .... sorry ... no lo vuelvo a hacer =(
atte:youp