Hay cosas que no entiendo en absoluto.
Te pido señales, las envías en el momento apropiado.
Te pido señales claras, respuestas que por más dura que sean, las necesito enfrentar; señales que acompaño con los deseos de mi corazón. Y los deseos se cumplen.
Me respondes, pero mi cabeza es un caos. Hay un laberinto en mi interior y no logro entender. No entiendo que para ser feliz a veces dañas a terceros. No me cabe en la cabeza lastimar y sin embargo lo hago a menudo.
Quisiera resolver esto pronto, pero sé que lleva tiempo. Explícame, por favor, como sólo tú lo sabes hacer... qué quieres que decida.
Gracias.
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