Dejárselo a Él
Alguna vez leí una oración, que decía: olvídalo y déjaselo a Dios.
Recuerdo que al leerla sentí una tranquilidad milagrosa. Era como haber recibido un consejo directamente de un ángel.
Hoy he decidido entregarle ésto que siento a Él. Necesito luz.
Recuerdo que al leerla sentí una tranquilidad milagrosa. Era como haber recibido un consejo directamente de un ángel.
Hoy he decidido entregarle ésto que siento a Él. Necesito luz.
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