Bye 2021
Despido el año con agradecimiento e incertidumbre. Supongo que ambas cosas me han acompañado siempre. Hoy amanezco con más paz, más fe y luz de esperanza. A pesar de todo, de tanto drama y lágrimas. Sin duda este año me hizo conocer partes de mi que no sabía, o que mantuve reprimidas. Estoy liberándome, aprendiendo a poner límites, a decir no y ser más congruente conmigo misma.
Hubo cambios laboralmente, que después de una larga espera se pudo concretar. Terminé mi segunda licenciatura, con todo y pandemia. Terminé mi relación de pareja con el padre de mi hijo y esta vez de forma definitiva. Tuve logros y fracasos, pero todo me ha dado aprendizaje. Hoy mi prioridad es seguir educando a mi hijo, cosa nada sencilla, pero ahí voy, poco a poco, entendiendo lo que está bajo mi control y lo que no.
Y aunque he visto el panorama muy turbio y oscuro últimamente, tengo proyectos y metas personales que estoy segura me van a dar mucha motivación. Soy una mujer en busca de sentido. Necesito dejar el mejor ejemplo a mi hijo, es mi mayor anhelo, inspirarlo. Porque no sé el día ni la hora de partir, quiero dejarle los más bellos recuerdos.
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