Me escuece el sentimiento

Y qué hago.
Si lo que está en mis manos de pronto parece inútil. Cuando creo tener la suficiente fortaleza para afrontar las cosas, sucede que me doy de topes.
Esto es un remolino de situaciones profusas, confusas y difusas.
De las cosas que más me duelen, es ver los cambios repentinos de la gente. Se supone que todo cambio es para mejorar, pero no estoy muy segura de esa teoría; comprendo que todo es evolución, y que vamos caminando en círculos.
Pero en algún momento me detengo a observar que a veces los círculos sobre los que caminamos no son los mejores. Eso se nota fácil.
Duele no saber de qué manera ayudar a quienes quiero. Duele ver que aquellas personas en las que tuve fe, de pronto no puedan encontrar luz.
Desde que tengo memoria mi familia me considera como la hija que en vez de ser la mayor, parece la menor. No por chipilona y berrinchuda, sino porque mi hermana tiene el carácter más fuerte que yo. Si yo no estoy en casa, mi ausencia ni se siente. Porque soy como un pececito que ni ruido hace. Ella es explosiva. Y si falta, de inmediato se percibe.
Podría hacer una crónica biográfica de ella. Pero esta vez, sólo quiero enviarle un mensaje, porque mis palabras no logran expresar más... y que Él nos ilumine a las dos. A ella para saber qué hacer, a mí para saber cómo ayudarla.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
no tengo palabras ... no se que decirte ... solo GRACIAS!!

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