Mayo significa para muchos mexicanos, el mes de la madre.

Para otros, el de los benditos puentes vacacionales.

Para los comerciantes, uno de los mejores meses en el que repuntan las ventas y por ende, las ganancias económicas gracias a la mercadotecnia que nos seduce a comprar regalos y consumir servicios.

Para los trabajadores en activo, es el esperado mes de las utilidades.

Para los católicos feligreses, las fiestas patronales de la Santa Cruz.

Para los estudiantes de secundaria y preparatoria, el mes del relajo y las fiestas del día del estudihambre, mejor dicho... estudiante.

Y así, la lista se convierte en un abanico de realidades y aristas diferentes.

Pero, para un estudiante universitario ese mes se traduce en los días de mayor estrés, insomnio, ojeras, dolores de cabeza, noches frente a la computadora, reuniones para trabajar en equipo, pleitos con los compañeros, gastos para imprimir miles de hojas de trabajos finales... etcétera, etc.

Por eso, bienvenida sea la etapa de la preparación psicológica para sobrevivir el final del semestre. La diferencia está en que ahora la lista mencionada ya no se convierte en un peso que cargar, sino en una gama de experiencias qué disfrutar al máximo...
No cabe duda que al finalizar la carrera, la visión de las cosas es distinta.

:) y estoy feliz!

Comentarios

Gazettani ha dicho que…
Vaya que es diferente al final de semestre..... no puedo creer que ya vamos a salir....... tal como dices A DISFRUTAR!!!!!!

Entradas populares de este blog

Réquiem por una ciudad tranquila

Ghosting