Te veo

Te veo cuando despiertas, tu fuerza de voluntad te incita recibir el amanecer con sudor en el cuerpo.
Esa taza te espera a la misma hora, para que la prepares con la dosis de cafeína que a diario necesitas para elevar tu animo.
Te veo camino a tu trabajo, maletín en mano, la frente en alto y el rostro inexpresivo. Allí estás, sabes lo que buscas, sabes a dónde vas.
Te veo bajo el techo de aquel salón, explicando, ilustrándo a través de ese estilo que tienes al hablar apoyándote en la broma, la historia y la metáfora en tu cátedra.
Te veo en el mercado, eligiendo la mejor fruta para tu envidiable alimentación. Te veo visitando a tu madre y adivino lo que en conversaciones con ella has de meditar.
Te veo al escribir, desnudándote tal como eres, refugiándote en las letras, liberándote de la rutina y dejando el corazón en la prosa.
Te veo al ocaso y al amanecer. Quizá porque fuiste luz para mi, quizá porque la nostalgia me apresa y tu recuerdo llega azotándome a la realidad.
¿Por qué no te vas del todo?
Quizá soy yo quien no quiero que te vayas.
Te sigo viendo aunque no estés.

Comentarios

Gazettani ha dicho que…
Tienes que superarlo... no vale la pena que sufras tanto... ánimo amiga...

Entradas populares de este blog

Réquiem por una ciudad tranquila

Ghosting